martes, 23 de diciembre de 2014

La banda sonora de mi vida.



Sueños son realidades virtuales que se experimentan al dormir. 

Yo era muy pequeño cuando mi abuela me llevaba de la mano a ver las cofradías de Sevilla, siempre recuerdo la noche del Sábado de Pasión con gran anhelo, era tarde, y en la televisión local estaban hablando del tiempo, no había redes sociales, los smartphones no existían, y privilegiado era aquel que tenia un Nokia 3310. A la mañana siguiente, mas temprano aun que cuando me levantaba para ir al colegio, abría la ventana que daba al patio de vecinos de mi calle San Jorge, en Triana, y lo primero que hacia era mirar arriba, la sonrisa se dibujaba en la cara cuando el azul intenso coloreaba el cielo de mi barrio y mi ciudad.

Sueños son, y no por repetidos son menos bonitos, que dejaban de ser virtuales esas mañanas de Domingo de Ramos cuando el azul, las chaquetas, las corbatas, las pamelas, los cirios, los globos, los zapatos de charol y los calcetines largos, los nazarenos blancos que eran iguales de bajitos que yo y que iban de la mano de sus padres, o su abuela, también como yo, el olor a incienso, el cirial que se asomaba, y la banda que sonaba y retumbaba por los callejones que no eran conocidos, y hoy ya son de la memoria, engalanaban la ciudad mas bonita del mundo.

Para que vean, los sueños ya se hacían realidad desde muy pequeños, en una cuenta atrás que solo nosotros entendemos.

Ahora finaliza un año mas, un año más en el que el Domingo de Ramos fue de nuevo azul, un año en el que por el paso irremediable de la vida se nos van seres queridos.

Un año en las que otro sueño dejo de ser una realidad virtual para dar paso a la mejor experiencia que haya podido vivir. Por eso antes de que termine el año quiero darle las gracias a todos mis compañeros de Virgen de los Reyes, la banda sonora de mi vida. 

La banda sonora de mi vida, la que sonaba en la radio de mi abuela cuando el llamador retransmitía las entradas de Jesús Despojado, San Esteban o la salida de Los Gitanos... La que con los sonidos del pueblo ya me enamoraba y me hacia sentir algo especial, algo que otras no tenían. Hoy que mi Esperanza ya no esta seguro que también desde el cielo se siente orgullosa de que yo sea parte de lo que hasta 2013 era un sueño, un sueño que dio pasó a la realidad. Gracias a todos vosotros por ser con orgullo músicos de esta banda, por no decaer nunca pese a las críticas, por estar juntos cuando mas falta hace, y porque durante dos horas al día soñamos todos juntos en locuras de partituras que están escritas con el corazón y para llegar al alma de la gente que nos quiere.

Seguramente los querubines que bajaron del cielo, que fueron a escucharnos, les digan a todas las personas que esta Navidad van a dejar sus sillas vacías, que Virgen de los Reyes, sigue siendo la banda sonora de nuestras vidas, y la banda donde los sueños dejaron de ser sueños y se hicieron realidad. 

Feliz Navidad.






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