lunes, 18 de enero de 2016

La Guayabera, comparsa de Juan Carlos Aragón.

Un año de dudas que ayer quedó disipado con la explosión de La Guayabera sobre las tablas del Falla. Se presentaba la comparsa de Juan Carlos Aragón, para defender su primer premio.

Realmente la comparsa no se llamará así, pero el tipo es divino, y la comparsa. Otro año más.

La puesta en escena nos lleva a Cuba. El forillo es espectacular, no le falta ningún tipo de detalle. Y el tipo, siendo sencillo, luce a gran altura con un buen colorido.

El grupo es el mismo que defendió la vuelta del autor al teatro con Los Millonarios. Probablemente, el mejor grupo de Cádiz hoy en día. Un gusto exquisito en la interpretación lo confirma.

Juan Carlos cada vez que toca algún país lo borda. Hoy es Cuba, la idea le viene al dedo.

El teatro se cae cuando suena la presentación. La poesía y metáfora no se hace esperar y suena en los primeros versos del Capitán Veneno. En Cuba solo hay Cuba. Ritmos latinos, la trompeta evoca a La Revolución. Parece que Los Millonarios están en la Habana. Nivel interpretativo por todo lo alto, la música cubana embriaga el Falla que se cae a las primeras de cambio.

En el pasodoble, se tensa el ambiente. Es muy difícil estar a la altura del año pasado. Lo consigue. Parones y más parones. La pluma del autor, se enfoca en el mismo. Nada nuevo. No quiere concursar en la preliminar. Esto es para el, y para su gente.

Suena la guitarra. "El millonario se enamoró, no quería volver al Falla. Solo ella y Cuba. El se creía diferente. Es el más loco de todos. Ella lo volvió loco." Los versos corren por el pasodoble como pez en el agua, la música no perdona a la pluma de Juan Carlos y vuelve a destaparle el corazón. "La noche de agosto, el corazón roto. Loco, con su puro, clavando puñales." Remata el pasodoble, que vuelva quien quiera que él se quiere ir. El veneno no perdona, la luna de miel sigue en el Falla. Su regalo es la Guayabera.  Mucha gente de pie, fuerte aplauso y el regusto del pasodoble es inevitable.

Segundo pasodoble. Si el año pasado "y esto es de mí para ti", este año es de él para el. Su chirigota. La que lo impulsó a lo más alto. Los baúles del recuerdo le muestran las fotografías de la chirigota. El pasodoble poéticamente roza la perfección, los versos se suceden con un cariño especial. La vuelta a la chirigota del autor parece más que evidente, y será más pronto que tarde.

En los cuplés, logra la gracia en los dos. Manda al carajo a la Teo en el primero, y al patronato en el segundo, con una manera muy original de hilarlo. Buen estribillo con ritmo cubano, muy al tipo.

El teatro está con la comparsa, que está firmando y cumpliendo un gran pase a ojos del espectador. Lo del jurado es otra cosa.

En el popurrí, se va cayendo la obra. No compro el de los Millonarios como uno de los mejores, ni este. Muy rítmico, también poético. Pero se hecha de menos la navaja afilada del autor en esta pieza fija que era muy característica en el.

Por las barbas de Fidel, la comparsa brilla en el teatro, se mete en la pelea, y se espera una mejor temática en la tanda de pasodobles de cuartos de final. Su público se vuelca un año más y retumba para despedir la comparsa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario