martes, 15 de marzo de 2016

Primavera, Sevilla, música y barrio.

Temprana, pero efímera. Tanto que aún no has llegado y ya siento como te estás marchando.

Han pasado tantas, y sigues sin escarmentar el nudo que se te sube a la garganta, solo con escuchar que taconea en la esquina de tu almohada. Que susurra en sus plazas, que corre por sus calles, que se perfuma de jazmín por las noches.

Sevilla y la primavera. Tantas palabras que dirían que es amor. La primavera y Sevilla.

Sevilla sueña a cualquier hora, en cualquier marco, en cualquier plazuela, que se la encontrará a ella. Vestida de azul cielo, con la sonrisa que se dibuja en las tardes de sol , tal vez hablando de cofradías, o tal vez de verónicas maestrantes.

La primavera es a Sevilla, lo que la lluvia al campo, el mar a la arena, el río al Guadalquivir, la rima al verso, la musa al poeta, la noche a la luna, la marcha a la partitura.

La primavera es, el amor infinito de la ciudad que cuenta el tiempo al revés.  El amor de noches en vela, de mañanas de café caliente con leche fría, de desvelos, de insomnio, de sueños confundidos, de revirás de barrio, de chicotás eternas.

Sevilla se enamora de la primavera, porque ella es la que guarda las llaves de nuestra Semana Santa.

Faltan pocos días para que la primavera le de la mano a Sevilla.
Juntas reirán y llorarán por las calles de siempre, cuando suene la música de siempre, y vean sus tesoros de siempre.

Se levantarán temprano para preparar el azul imperial que pregonará el cielo.

Solo un poco mas tarde, los primeros chiquillos no podrán soñar mas y decidirán, no sin temor, abrir las persianas de sus habitaciones.

La primavera se encargará del perfume de los naranjos, mientras Sevilla ya espera nazarenos blancos del Porvenir. Será ahí cuando todo vuelva a empezar, cuando el universo entero no comprenda, ni falta que hace, lo que siente un sevillano cuando la primavera se desata por los callejones de la ciudad.

Será ahí, cuando recuerdos de niñez acaricien los corazones del pueblo entregado a su destino.


“Sevilla guarda en su plaza de Molviedro, las ilusiones de siempre. Tricornios llegarán al compás de su gente. Sagradas vestiduras de Jesús Despojado, en el antiguo Compás de la Laguna. Tres de la tarde, se calienta el ambiente. Suena ¡A la gloria! y ¡Venga de frente!

La música del pueblo, tiene que estar presente.

Es Virgen de los Reyes la música de la primavera, la música de Sevilla. Como lo fue siempre.
Y si la música no suena, la partitura se regala, Salve al Rey de los Judíos, Salud y buen viaje, pero tricornios no viajan. Martes Santo, desamparados por San Esteban, un año mas en la Judería Sevillana.

Tampoco suena en San Román. Tricornios te persiguen en sueños, no alcanzan el alba, ni tampoco ven tu mirada, son penitentes de tu talón por la fragua. Piel morena y cruz de bronce, caminando va por tientos, y nosotros al calvario de quererte y no tenerte. No suena la música bajo la luna flamenca, no salen las notas en este valle de angustias, se pierden primaveras en los sueños, y los recuerdos son lágrimas que caen por las mejillas cuando Virgen de los Reyes no toca la Saeta en el Gitano de Sevilla.

Del pueblo y para el pueblo, junto a la Aurora, en el domingo de la melancolía, que parece que acaba y vuelve a empezar. Resucitó, al tercer día. “

Quizás fue la primavera la que inventó Triana. No se explicas pues, que Sevilla se partiera en dos. 

Quizás dibujó su río, le coloreó sus barcas.

Quizás inventó el rostro del gitano de la cava.

Triana, arte, sentimiento, cofradías de barrio, las primeras, embrujo y magia.


Triana es pureza, Esperanza de Triana, para Triana y los trianeros.

Triana es la Sevilla de Sevilla, la obra de arte de la calle, la plazuela de siempre, alfareras de toda la vida.


Triana es donde la primavera suelta a Sevilla.



viernes, 26 de febrero de 2016

Una tarde cualquiera.

Era una tarde fría y lluviosa, de estas en la que la primavera se viste de otoño. El agua caía por las ventanas de una ciudad que no está acostumbrada al mal tiempo. En los rostros de la gente se nota, los buenos días son un cumplido, y el sol no está invitado a que coloree la torre más bella de la urbe. En definitiva, el día es triste, y en el calendario no hay un plan bonito, ni el café sabe igual.

Era una tarde fría y lluviosa, de viernes incluso. En el reproductor siempre suena la misma marcha, la misma copla y casi las mismas voces. No es nada nuevo, solo pequeños detalles que rondan en su cabeza solitaria mientras escucha la marcha de siempre, y las coplas de siempre, lo incita, lo estremece y lo condena.

Y aunque la tarde es fría, y lluviosa, el cambio en tu vida es algo sencillamente irracional, sucede porque tiene que suceder, y dibujas un sol en las caras nuevas, las que no conoces. Dibujas un paisaje más allá del bosque. El bosque al que tienes que volver cuando esas tardes son aún más frías y más lluviosas, porque la vida siempre tiene un invierno, en el que las olas te golpean con más fuerza.

Tienes que dibujar un paisaje para volar, porque en la orilla del río puedes ahogarte. Una playa con cara de pena es la que te lo está susurrando al oído, siete años tarde, pero tenía que sonar un viernes de lluvia y frío, como hoy.

Suena la mochila, de tanto peso, tienes que arrojar el amor, el veneno, las decepciones y fracasos, incluso las victorias.

Elije bien los recuerdos que quieres cargar. ¿Al menos que sean bonitos no?

Dibuja y colorea tus nuevos días. Tú puedes cambiar de todo, de cara, de casa, de familia, el río por la playa, de novia, de religión, de Dios, pero no te olvides de lo que eres, no te olvides que en tu vida jamás podrás cambiar de pasión.

lunes, 18 de enero de 2016

La Guayabera, comparsa de Juan Carlos Aragón.

Un año de dudas que ayer quedó disipado con la explosión de La Guayabera sobre las tablas del Falla. Se presentaba la comparsa de Juan Carlos Aragón, para defender su primer premio.

Realmente la comparsa no se llamará así, pero el tipo es divino, y la comparsa. Otro año más.

La puesta en escena nos lleva a Cuba. El forillo es espectacular, no le falta ningún tipo de detalle. Y el tipo, siendo sencillo, luce a gran altura con un buen colorido.

El grupo es el mismo que defendió la vuelta del autor al teatro con Los Millonarios. Probablemente, el mejor grupo de Cádiz hoy en día. Un gusto exquisito en la interpretación lo confirma.

Juan Carlos cada vez que toca algún país lo borda. Hoy es Cuba, la idea le viene al dedo.

El teatro se cae cuando suena la presentación. La poesía y metáfora no se hace esperar y suena en los primeros versos del Capitán Veneno. En Cuba solo hay Cuba. Ritmos latinos, la trompeta evoca a La Revolución. Parece que Los Millonarios están en la Habana. Nivel interpretativo por todo lo alto, la música cubana embriaga el Falla que se cae a las primeras de cambio.

En el pasodoble, se tensa el ambiente. Es muy difícil estar a la altura del año pasado. Lo consigue. Parones y más parones. La pluma del autor, se enfoca en el mismo. Nada nuevo. No quiere concursar en la preliminar. Esto es para el, y para su gente.

Suena la guitarra. "El millonario se enamoró, no quería volver al Falla. Solo ella y Cuba. El se creía diferente. Es el más loco de todos. Ella lo volvió loco." Los versos corren por el pasodoble como pez en el agua, la música no perdona a la pluma de Juan Carlos y vuelve a destaparle el corazón. "La noche de agosto, el corazón roto. Loco, con su puro, clavando puñales." Remata el pasodoble, que vuelva quien quiera que él se quiere ir. El veneno no perdona, la luna de miel sigue en el Falla. Su regalo es la Guayabera.  Mucha gente de pie, fuerte aplauso y el regusto del pasodoble es inevitable.

Segundo pasodoble. Si el año pasado "y esto es de mí para ti", este año es de él para el. Su chirigota. La que lo impulsó a lo más alto. Los baúles del recuerdo le muestran las fotografías de la chirigota. El pasodoble poéticamente roza la perfección, los versos se suceden con un cariño especial. La vuelta a la chirigota del autor parece más que evidente, y será más pronto que tarde.

En los cuplés, logra la gracia en los dos. Manda al carajo a la Teo en el primero, y al patronato en el segundo, con una manera muy original de hilarlo. Buen estribillo con ritmo cubano, muy al tipo.

El teatro está con la comparsa, que está firmando y cumpliendo un gran pase a ojos del espectador. Lo del jurado es otra cosa.

En el popurrí, se va cayendo la obra. No compro el de los Millonarios como uno de los mejores, ni este. Muy rítmico, también poético. Pero se hecha de menos la navaja afilada del autor en esta pieza fija que era muy característica en el.

Por las barbas de Fidel, la comparsa brilla en el teatro, se mete en la pelea, y se espera una mejor temática en la tanda de pasodobles de cuartos de final. Su público se vuelca un año más y retumba para despedir la comparsa.

sábado, 16 de enero de 2016

Los Cobardes, comparsa de Antonio Martínez Ares

Trece años son muchos años sin escuchar un acorde, una sola melodía, o una simple letra de Martínez Ares. El tiempo de espera acabó anoche, para delirio de la afición carnavalera que esperó tres noches a la interperie para conseguir una entrada de la sesión. Volvió el niño del barrio Santa María.

El barco de la calle de la mar volvió a naufragar en Cádiz, Martínez Ares está en el Falla. Su comparsa Los Cobardes, viste de camaleón, un tipo muy original y colorido, que no desluce ante la falta de forillo. La puesta en escena no crea un fuerte impacto, quizás por el carnaval moderno al que estamos acostumbrado.

Pero el concurso es de letras, de letras y música. La presentación tumba el templo de los ladrillos coloraos. "Hombre cobarde no conquista mujer bonita", "un viento me ha soplado la carita por trece años", no se puede evitar el recuerdo del propio autor. La música es espectacular. No defrauda, la vuelta es a lo grande, en un concurso muy cambiado.

Vuelve a sonar la guitarra, el último pasodoble que soñó del autor en las tablas fue dedicado al fascismo, hoy el telón es negro, como lo era cuando cantó su primera copla. La música es larga, se reinventa, no es fácil. No engancha, ni es meta carnaval. No volverá a abandonar el concurso, o al menos lo promete. El público entra en extasís. Las voces un espectáculo. El grupo no suena a Ares, pero la comparsa es Ares. El sello del autor es inconfundible. La sencillez en la forma de hilar la temática es sublime. Los cortes del pasodoble crean la tensión, y el corazón se pone a mil. Lo siento, lo siento por tanto, el niño murió. El tiempo dirá si la gloria espera al nuevo comparsista. Sublime.

En el segundo pasodoble, el autor saca la escopeta. Arriesga, no es fácil volver después de tanto y cantar esta letra. El patronato está muriéndose, y Ares no duda en tirarse hacia el. La agresividad no es el punto fuerte del autor, aunque lleva el pasodoble a puntos muy altos. El teatro no responde igual que en el primero. El grupo defiende la comparsa con una afinación espectacular.

En los cuplés, típicos de comparsas. No hace demasiada gracia. El estribillo, largo, no es tampoco muy efectivo, el tipo no ayuda.

Se cierran las heridas, y la tristeza se va. El autor viene a luchar. Y en el popurrí muestra sus credenciales. Las cuartetas se engarzan a gran nivel. Tiene de todo, actualidad, poesía, crítica. El popurrí es Cádiz. Su zarzuela, que era la de su madre. El teatro no se cae, no hace falta tampoco.

Las expectativas estaban por todo lo alto, y se caen. Si bien es cierto que la comparsa no clava, en todo momento parece que puede explotar. No sería la primera vez que esto pasa. Contigo pero sin ti. El amor el odio. El niño contra Martínez Ares.

El trono tiene rey, pero nunca está sentado, la guerra del cante acaba de empezar.

jueves, 14 de enero de 2016

Los Chatarra, la Comparsa de los hermanos Carapapa

Para estrenarme en este 2016, y aprovechando que estamos de lleno en el COAC2016, una de mis grandes pasiones, quiero darle continuidad al blog en este mes con una serie de entradas analizando el devenir del concurso y comentando mi parecer sobre las famosas comparsas grandes.

Y es que ayer cantó la comparsa de los hermanos Carapapa. Un regreso esperado, quizá un poco eclipsado por la vuelta de Martínez Ares.

Se presentaban a este COAC2016 como "Los Chatarra", una idea muy original, alejándose de la sencillez que en los últimos años caracterizaba a los hermanos Márquez Mateos. Es el primer punto fuerte de la comparsa, el impacto visual. El grupo, de altura, es el mismo que defendió sus coplas por toda Andalucía con "Los Bandoleros", excepto la baja del Piojo y la alta de Gabi. Grupo con muchísimas tablas, en una actuación muy interpretativa que recuerda a "La Comparsa Perfecta" de Juan Fernández.

De hecho la idea, aún siendo muy original, no deja de recordar al comparsista perfecto, que hace tres años trajo Juan Fernández al concurso.

Con el teatro a oscuras, ambiente de gala, y un público expectante, comienza a sonar la guitarra. Y la guitarra de esta comparsa suena a Perico. Se cae el teatro. No recuerdo la última presentación que no me guste de los Carapapa. "Ay corazón, y ahora busco para mí un corazón", defiende el grupo y hace sonar los primeros arrebatos del Falla. Estos Chatarra consiguen su corazón, en una presentación bien hilada y con una música notable, como viene siendo habitual en los últimos años. Y ahora sí, después de dos años, le cantan a Cádiz. Presentación que caldea el teatro.

Donde se la juegan todas, los pasodobles. Los Chatarra, llevan dos años sin concursar, su primera letra se huele. Y no se equivoca nadie.

En el primer pasodoble, se sacan las rencillas pasadas. "Los traidores, los que le escupieron al Falla", pasodoble muy agresivo, queda obsoleto el contenido, no tuvo mucha repercusión que el año pasado no concursaran. El teatro no entra en delirio, quizá lo que ellos esperaban con una letra de "meta carnaval". El remate, la hipocresía de los compañeros, la del concurso, lo mejor de un pasodoble que se desarrolla muy agresivo con un grupo que en su mayoría lleva dos años sin pisar las tablas. Les duele.

Segundo pasodoble, tema muy pisado, pero muy reciente y que cala en la afición. Además de actualidad política. Apoyo al alcalde de Cádiz. Bien desarrollado. Bueno para la preliminar, y que les pone un listón de altura en la temática de los próximos pasodobles.

En los cuples tratan los temas del puñetazo a Rajoy y de Martínez Ares. Bien, de comparsa vamos. El estribillo, bonito, quizás junto a las presentaciones, son un punto muy fuerte de estos autores.

La comparsa va dejando buenas sensaciones en su regreso al teatro, tiene ciertos altibajos en la actuación, no desluce el grupo, que defiende el repertorio muy mesurado.

Llega el popurrí, personalmente es la pieza que creo que les cuesta más trabajo. Las cuartetas se hacen eternas. Cuarteta muy pastelosa en forma de bolero, muy típica de un tiempo para acá. La pluma se desvirtúa en esta pieza fija y deja a la luz las carencias literarias. El popurrí lo defiende el grupo, pasaría inadvertido en una comparsa de segundo plano. En el final de este, el grupo pierde la "sencillez" buscada anteriormente. Es un poderío de voces, que duda cabe, que en esta pieza está por encima de lo escrito. Las cuartetas están bien engarzadas, y aún siendo lo más débil de la comparsa, es llano. No promete y después se cae, vamos.

Termina su pase preliminar, el teatro reacciona como debe. No hay campeones a las primeras de cambio. La comparsa lucha por su pase a la final, que se antoja, la más difícil de la historia.



jueves, 23 de julio de 2015

¿Fanáticos?

Un fanático es una persona que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento creencias u opiniones, y se entusiasma ciegamente por lo que le gusta.

Será que la primavera la sangre altera, y que el verano la recalienta, pero lo cierto es que se está viendo por las redes sociales y foros cofrades un fenómeno con una capacidad de desacreditar a las personas fuera de lo común.

Seguramente cuando has empezado a leer esta entrada, creerás que voy a atizar a los fanáticos, igual que seguro que los que me conocen saben que no. Los voy a defender, porque yo soy uno de ellos según la RAE, que lo reconoce sin ningún tapujo y que se enorgullece de ello. 

Como he dicho, gracias a las redes sociales, en especial Twitter, ha nacido hace algún tiempo un fenómeno bastante peligroso. Una persona que se cree capacitada de cierta moral, con unos gustos que lleva por bandera como la esencia de la sevillanía, y se permite el lujo de llamar fanáticos a otras personas que defienden apasionadas otros gustos, gustos a las que esta persona despreciará y difamará encarecidamente, menospreciando la calidad de lo que se habla. Calidad que el fanático receptor por activa y pasiva siempre alardeará.

Y digo fanático receptor, porque esta raza que obstenta todos los valores éticos, morales, y dueñas de la palabra, capacitadas para el menosprecio que buscará siempre que su gusto exquisito quede como único y diferente a lo demás.

Pero vamos a ver, miarma, tu eres un fanático. Yo te defiendo, que te guste lo tuyo, como a mi me gusta lo mío. ¿Pero tu como vas a llamar fanático a alguien? ¿Tú como vas a menospreciar al que hace lo mismo que tú?

Yo se que con esta entrada muchos se están dando por aludidos. En el foro cofrade también existe este fenómeno. Es brutal. El personaje con valores morales en cuestión, se permite el lujo de atizar sin escrúpulo ninguno a los seguidores de las bandas.
En un ataque con pocos precedentes. Lejos de que los músicos estén en una banda u otra, y de que los seguidores de las bandas tengan sus gustos propios, el caballero los califica en una clasificación donde no cabe la variedad. Se "supone" (entrecomillo porque los hay ateos, cosa que no comprendo, ni comparto) que al cofrade, le gusta la Semana Santa en general, por lo que desde muy pequeño a escuchado trompetas, cornetas, y tambores. ¿Con que derecho se clasifica y encasilla? Claro que hay gustos, pero la objetividad del cofrade en esta variedad, y espectacularidad, jamás puede verse limitada a una banda en concreta. Pues para este señor si, será de Burgos, y en Burgos las cosas son así.

Dado su fanatismo, que el jamás reconocerá, tiene que encasillar a todos los seguidores de las bandas, con sus enemigos y rasgos característicos, en lo que no es mas que una patraña para esconder su odio infinito a la Agrupación Musical Virgen de los Reyes. Es en este apartado, el primero como no, se queda agusto. La música chabacana, los músicos prepotentes, y mas lindezas que no voy a repetir son los adjetivos que se permite calificar para lo que el llama VReyers. Si, ese es el nivelito, estaría aburrido. 

En la valoración del disco, si, también valora discos, se queda agustísimo. Como diría Morante en Niza, baja y hazlo tu. 

No es mas que un ejemplo de lo que hablaba, la persona que juzga al fanático y no ve que el no es mas que otro ser irracional de su fanatismo.

Con una diferencia.

El fanático común que no se esconde, disfruta. Como un niño chico. Sea cual sea su gusto. No es que no valore lo otro, que lo valora, aunque no abiertamente, sino que en sus oidos enloquecerán las notas, las partituras, la voz de la comparsa, o el balón de fútbol.

El fanático que no reconoce que lo es, y se esconde en la falsa moralidad, aumenta su "enfermedad" viendo disfrutar al otro ser, no lo soporta, es mas no lo entiende. Le da coraje que su banda rival, tenga mas seguidores y mas admiración que la suya. Ese es el fin de todo. 

Desenmascararse, dejen disfrutar y disfruten de lo que les gusta.

Aún así, no evitaré la realidad y en el próximo post, os explico el porqué de las trifulcas en redes sociales entre músicos, que no tiene justificación, o si. 

Como los VReyers se llevan muy mal con los Redencioners, ahí lo llevas.






martes, 23 de diciembre de 2014

La banda sonora de mi vida.



Sueños son realidades virtuales que se experimentan al dormir. 

Yo era muy pequeño cuando mi abuela me llevaba de la mano a ver las cofradías de Sevilla, siempre recuerdo la noche del Sábado de Pasión con gran anhelo, era tarde, y en la televisión local estaban hablando del tiempo, no había redes sociales, los smartphones no existían, y privilegiado era aquel que tenia un Nokia 3310. A la mañana siguiente, mas temprano aun que cuando me levantaba para ir al colegio, abría la ventana que daba al patio de vecinos de mi calle San Jorge, en Triana, y lo primero que hacia era mirar arriba, la sonrisa se dibujaba en la cara cuando el azul intenso coloreaba el cielo de mi barrio y mi ciudad.

Sueños son, y no por repetidos son menos bonitos, que dejaban de ser virtuales esas mañanas de Domingo de Ramos cuando el azul, las chaquetas, las corbatas, las pamelas, los cirios, los globos, los zapatos de charol y los calcetines largos, los nazarenos blancos que eran iguales de bajitos que yo y que iban de la mano de sus padres, o su abuela, también como yo, el olor a incienso, el cirial que se asomaba, y la banda que sonaba y retumbaba por los callejones que no eran conocidos, y hoy ya son de la memoria, engalanaban la ciudad mas bonita del mundo.

Para que vean, los sueños ya se hacían realidad desde muy pequeños, en una cuenta atrás que solo nosotros entendemos.

Ahora finaliza un año mas, un año más en el que el Domingo de Ramos fue de nuevo azul, un año en el que por el paso irremediable de la vida se nos van seres queridos.

Un año en las que otro sueño dejo de ser una realidad virtual para dar paso a la mejor experiencia que haya podido vivir. Por eso antes de que termine el año quiero darle las gracias a todos mis compañeros de Virgen de los Reyes, la banda sonora de mi vida. 

La banda sonora de mi vida, la que sonaba en la radio de mi abuela cuando el llamador retransmitía las entradas de Jesús Despojado, San Esteban o la salida de Los Gitanos... La que con los sonidos del pueblo ya me enamoraba y me hacia sentir algo especial, algo que otras no tenían. Hoy que mi Esperanza ya no esta seguro que también desde el cielo se siente orgullosa de que yo sea parte de lo que hasta 2013 era un sueño, un sueño que dio pasó a la realidad. Gracias a todos vosotros por ser con orgullo músicos de esta banda, por no decaer nunca pese a las críticas, por estar juntos cuando mas falta hace, y porque durante dos horas al día soñamos todos juntos en locuras de partituras que están escritas con el corazón y para llegar al alma de la gente que nos quiere.

Seguramente los querubines que bajaron del cielo, que fueron a escucharnos, les digan a todas las personas que esta Navidad van a dejar sus sillas vacías, que Virgen de los Reyes, sigue siendo la banda sonora de nuestras vidas, y la banda donde los sueños dejaron de ser sueños y se hicieron realidad. 

Feliz Navidad.